domingo, 12 de abril de 2009

La formación docente

El tema de la formación docente recibió una especial atención en el contexto de la reforma educativa iniciada en 1993. Su diseño se ajustó al criterio de elaborar un proceso de capacitación continua. Se estableció entonces un plan por cumplir en diversas instancias, como la formación de grado, el perfeccionamiento en actividad, la preparación del docente para ejercer nuevos roles profesionales y la capacitación de graduados no docentes. Hoy el tema se ha retomado y al respecto cabe considerar ciertos puntos de referencia que reclaman particular atención.
Vivimos una época de cambios acelerados, en la cual se ha modificado tanto la composición social del alumnado primario y secundario como la de los estudiantes de los profesorados; han variado los tipos de familias y su funcionamiento, y el contexto social de las escuelas. Los problemas más agudos, perceptibles en la actualidad, se concentran, sobre todo, en las escuelas urbanas denominadas vulnerables, que marcan un tope en cuanto al clima de violencia y de amenazas que se observan y que alcanzan a los docentes. En esos establecimientos, el maestro o profesor, que debe reafirmar principios de equidad educativa, sufre a menudo el desconocimiento de su autoridad y en los conflictos que se suscitan poco puede contar con el apoyo de los padres.
Todo eso transcurre en un medio pobre de recursos, aunque rico en tensiones exacerbadas por el desempleo de los mayores y una constante inseguridad. Tales escuelas son minoría en el sistema educativo, pero muestran una dimensión de las dificultades que se han de encarar y para las cuales se necesita una capacitación que no es sólo pedagógica. El futuro docente necesita adquirir una clara visión de la realidad en que viven barrios y distritos conflictivos. Materias como Sociología o Psicología Social y Educacional pueden proveer un apoyo teórico valioso, pero se requiere, además, una experiencia directa guiada, que puede cumplirse en el período de la residencia escolar.
En otros medios, en ciudades medianas o pequeñas del interior, en diversas regiones rurales de nuestra geografía, los docentes que proyectan trabajar allí también necesitan conocer concretamente en el tiempo de su formación los medios locales donde actuarán y dotarse de habilidades para la conducción eficiente de los alumnos.
Los maestros que se recuerdan han tenido como rasgo distintivo una particular capacidad para motivar y comunicarse. En una época de avance prodigioso de los medios de información y comunicación, es indispensable que el docente sepa servirse de esas tecnologías, pero sin dejar de desarrollar capacidades para la motivación de los aprendizajes sirviéndose de la comunicación interpersonal, que es la óptima mediadora para crear los ámbitos deseables de convivencia y trabajo.
El tema se abre sin duda al debate. En ese espacio, se ubican también los métodos de enseñanza tradicionales y los innovadores, unos tan importantes como los otros. Por último, la calidad de la formación del docente lleva a sostener el criterio de que por lo menos una etapa de su formación se cumpla en la universidad. En ese sentido, la ley de educación superior N° 24.521 establece las formas de articulación necesarias.


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1115460

Um comentário:

  1. Bueh... después de 18 años de docente... (que no son muchos, pero tampoco pocos...) me atrevo a afirmar que la reforma educativa. es un proyecto muy desprolijo y con fines de insondables propósitos.

    En España vuelven con nuestro antiguo sistema... nosotros vemos hoy el fracaso operativo de nuestros alfabetizados virtuales, los cursos de perfeccionamiento... sin ser de corte y confección -como lo eran antes- ahora son de contenido dudoso, poco práctico, que no apunta a la práctica áulica o no nos capacita realmente en los problemas que debemos enfrentar (incluyo, pues me hago eco de los reclamos, a los docentes de portugués de las escuelas de Capital CABA).

    Es saber por el saber mismo no es una opción apetecible para el alumno. La salida laboral, dado el estado del mercado, no siempre ofrece certezas y el resto, depende de los proyectos familiares o personales que van desde la opción de salir a robar (no me llamen alarmista, tengo datos) hasta las precoces adolescentes embarazadas a quienes tristemente vemos hipotecar su vida -no por el hecho de ser madres- sino por ser madres precoces y sin otra alternativa de vida.

    Me pregunto: ¿Por qué nadie respondió hasta ahora a este tópico?... es pesado?... nada tiene que ver con portugués, sino con sociología y política de estado... ni siquiera con la que creemos “política educativa”, pues la cuestión de fondo -al menos en la prov de Bs.As.- es que las escuelas son contenedores de alumnos, depósitos, guarderías... y sé de una escuela muy renombrada cuyo nombre prefiero no acordarme que tiene salida marcada a las cinco y media ... cuyos alumnos son “guardados por la portera, alias auxiliar” hasta que sus padres se dignen a buscarlos...

    Las materias a las que se hace alusión... (Sociología o Psicología Social y Educacional) al menos en los profesorados que conozco no plantean los casos reales. En suma, el profesor queda desamparado. La situación es superior a lo imaginado... Bueno el punto de la residencia... pero habría que hacer una reflexión real y conjunta con el profesor de práctica. Y sería bueno un estudio de casos en la cursada y en un posible posgrado o congreso.

    Yo tuve un profesor de Psicología del adolescente que me enseñaba cómo se hacía el jugo sintético en EEUU. Tiene algo que ver esto con la práctica docente? Sé que de esto hay en todos lados... pero cómo lo solucionamos. No basta la buena voluntad. Los profesionales que saben -que son muchos- podrían aportar casos y ayudarnos a resolver situaciones de riesgo. Los de práctica docente, en lugar de hacer hincapié en los “momentos de la clase” podrían acercarse más a los problemas humanos que debemos enfrentar. Un alumno que consume paco no puede estar en sintonía con ninguna propuesta.

    En cuanto a las tecnologías... me pueden decir los que trabajan en el área de portugués, en el ámbito de capital BA cuántos de sus alumnos tienen acceso a las tecnologías? yo en el conurbano... los cuento con los dedos de la mano... a no ser que sea en escuela privada y aun así, hay una resistencia enorme a la utilización de estos invaluables instrumentos (por parte de los alumnos y de los docentes).

    No concuerdo que la universidad sea la garantía... a no ser que se hable de formación de profesores. Licenciaturas son buenas, pero la formación como profesor es requisito incondicional. Y qué podemos decir al respecto los que estudiamos portugués en Bs. As.... que no servimos porque no estudiamos en universidad? No existe esa opción...
    Esperemos que la UBA y otras instituciones que podrían ser algún día de jerarquía universitaria (si el Ministerio se dignase a reconocer su falta de medios y voluntad) se pongan en sintonía con la ley recién aprobada.

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